El sonido de los tacones

No se medir las palabras,
no soy como esos serios
o místicos con tanto que callar
yo soy como la llama inconstante
que odia el vacio
y la oscuridad, no hablo de calles ni de lugares concretos,
los himnos urbanos, no se qué, no se cuantos
¡¡¡anda ya!!!,
yo hablo de montañas
de dioses
y de templos,
yo no tengo tiempo,
para cuando se entienda mi ritmo
las ciudades y los pueblos estarán muertos,
no lleno las palabras de metaforas mareantes,
no quiero sorpender a tarados del lenguaje
ni estropear mi rebeldía
me basta un saco y una cuerda para salir al mundo
y ningun adorno de nuevo rico, que no se vea
que pierdo el tiempo ni un segundo,
puedo combinar cualquier dolor
de lo que tengo aqui mismo,
todo vale con tal de tener ritmo
todo vale menos pertenecer a algún estilo
y menos ir de compras
a pagar caro
para no decir nada,
sin metaforas de cantante urbano mojabragas, aunque ya me gustaria con un par de lineas
abrir las piernas de una de esas que pasó de las coletas
a tirarse a 3 en una noche
siguiendo los mandatos de los hollywood-profetas,
¡¡¡que se aparte todo lo demás!!!
y que el karma o el lado oscuro se muestre con toda su fiereza
cuando quiera, que aquí estoy,
ni el poder ni el mismísimo dinero llegan tan profundo
como las palabras acertadas,
y quien las pillara
¡¡¡quien fuera tan superficial!!!
pero las mias están en otras cosas,
sin dejarse nada, dándolo todo,
tirando palante,
encerradas añorando,
en bares, y de ahi no salen,
barriendo la mierda, pero sin querer levantando un polvo,
no han estudiando sino en la vida y en los clásicos,
y no tienen esos sueños sacados de anuncios para modernos,
son sueños eternos
inalcanzables
de otra época
descendientes
de la lirica enferma,
esos sueños son suyos y de nadie más
y buscan lo que vive mas arriba,
las águilas,
los árboles más fuertes
las nubes más amenazantes y
con el sexo como bandera,
las mias están de la mano de las noches y del sufrimiento
y pocos son
los que se ciegan con su brillo,
atrayentes, destructoras, viciosas y guerreras,
podéis quitaros todos los artificios y todos los adornos de encima,
y ser vosotras mismas,
pero jamás
nunca
os quiteis los tacones,
el sonido no se negocia