La caza

La ciudad del dinero
tose
como una señora vagabunda
con una vieja radio
escuchando las noticias en el parque
suena como la risa de un niño
mezclada con el sonido de un columpio
oxidado
oscilando
de arriba a abajo
suena como rios de coches
como miles de pájaros tocando el claxon
como una montaña inmensa
que ronca a todas horas
no veo las cosas desde el punto de vista
del que esperan en algún lado
del enamorado
del que lo ve todo nuevo
y ve el mundo
como vibra
los viernes
y los dias soleados
no voy con el ritmo
de quien va a comprar
de quien espera a alguien
de quien espera algo
no voy con el ritmo
de quien esta buscando
de quien tiene horarios
o ha quedado
no voy con el ritmo
de pertenecer a ningun lado
a ningún mundo
a ninguna jerarquia
no llevo el ritmo de un tambor enamorado
ilusionado
llevo un corazon desbordado
ansioso
llevo un ritmo extraño
el ritmo del observador
llevo velocidad de cazador
el vaiven del tiburón
los círculos del águila
soy un depredador
buscando algo diferente
esperando cazar
unas pocas palabras
perdidas
despistadas
que no se sepan defender
en la jungla esta

temporada 2014-15

Este poema es un homenaje al sol
al que he dado una vuelta entera
montado en la tierra
escribiendo cuentos
como puticlubs
llenos de amor
y llenos de engaño
cuentos como puestas de sol
llenos de rosa y de azul
atrapando esos colores
del atardecer
sin mirar al aburrido suelo
y sin pensar en la noche
interminable
que viene seguida,
un año entero
escribiendo cuentos
como los limites invisibles
entre todas las cosas
y las cosas inservibles,
cuentos como nubes inutiles
que no dejan lluvia,
una vuelta al sol
entera
montado en poemas
hablando de lucha
de amor
y de todo eso que es mentira,
cuantos como parques de árboles inmensos
pretenciosos
en mitad de ciudades
llenas de ruido y de humo
donde no se puede ni respirar,
cuentos como un telediario
hablando sobre la verdad
sin revolucion
con el bolsillo lleno de los anunciantes
cuentos metidos en el ajo,
un año escribiendo
palabras
como leonas
rugiendo
peligrosas
furiosas
pero pasando por el aro
en el circo
comiendo
del domador
a las 3
y luego a las 6
soñando pesadillas constantes
que se confunden
con sueños suaves
con la vida salvaje
cazar
la selva
la vida,
un año entero
soñando con la lluvia empapando el desierto
engañándome
y perdiendo el tiempo,
al principio me gustaba lo que hacia
lo hacia como un loco
emocionado
y lleno de alegría
vivia robando a los dioses
lo que es mio
lo que me pertenece
lo que llevo dentro
mis verdades
ahora
cuando los veo
despistados
paseando
me acerco a ellos como siempre
meto la mano en sus bolsillos
como un ratero
rápidamente
y saco
unas migajas
o un poco de oro
unas monedas
una frase
algo que se les cae
pero me pongo nervioso
demasiado
me quema
me agito
y miro para otro lado
me enciendo un cigarro
bebo
no se que hacer
me da miedo
me levanto y me siento mil veces
y me late el corazón
demasiado
y no puedo soportarlo
me siento desbordado
y cojo el telefono
y llamo a alguien
y le digo que si nos vamos
y dice que no
y digo que tengo dinero
que yo invito
y me pasa a recoger
y salgo de noche
hasta las tantas
y no pienso acabar
sin abrazar a una mujer
y me tumbo
y espero a que pase la hora
y vuelvo a casa sin un duro
y oliendo a perfume barato
y los dioses se han escapado
no hay ni rastro
y me pongo con el poema
de nuevo
con normas
con reglas
y lo lleno todo de fracaso

háblame a los ojos

Me despide el mejor viento;
el de la madrugada
el mismo que me daba la bienvenida
hace un par de días
cuando volvia de marcha,
estaba aterrado
y lo único que queria era llegar a casa,
me despiden los viejos
en la parada del autobús
sin prisa
solos
nadie quiere saber nada
de la sabiduría,
me despiden las mujeres que van a trabajar
preciosas
enseñando el cuerpo
con descaro y valentia,
me despide en la radio la cancion de antonio vega
no le tengo miedo al tiempo que se va
se parecen sueño y realidad
lo podria juuurar,
la gente cruza por donde quiere
los dejo pasar
tienen prisa
el trabajo no espera
los chavales van con los cascos
no saben donde
a clase
a estudiarnsi
pero a donde,
el sol empieza a pegar
me despide la mezquita
de la autopista
y entro en la carretera
me voy de la ciudad
depués de tantos años me despido de ella
y ni un solo recuerdo
y todos a la vez
al sur siempre me fui contento
hacia ahí escapaba
ahora que es para siempre todo cambia
la ciudad me despide
con la misma indiferencia
con la que me ha tratado cada dia,
pero yo se leer entre lineas
al coger la ultima salida
acaba la canción de antonio vega
es un directo y suenan aplausos
gracias
desde arriba de un puente
tres chicas saludan a los coches como un juego
esperandoa  que las contesten
se lo pasan bien
y yo les respondo desde abajo con el claxon y las largas
ellas me ven
y saltan de alegria
cuando miro por el retrovisor
se han olvidado
para siempre,
es el momento de saber escuchar
como se despide
de ti
la ciudad,
tengo el estomago fatal
me ha sentado muy mal
despedirme
madrugar
perder
pero llevo un bocata de tortilla
un bocata
una cancion
un poema
y todo cambia
me he despedido ya
de tantas cosas
tantas casas
amigos
para siempre
ciudades
pueblos
recuerdos
me he despedido
de la juventud
y de la alegria
debería ser de hierro
pero solo soy de letras