En verano cruza por la
redacción la becaria enchufada
con sus vestiditos fashion
apretados a la cintura desde las mejores
familias de las provincias en la migración salvaje
familias de las provincias en la migración salvaje
que hacen
através de su vida laboral,
y los técnicos
de imagen y sonido barrocos y horteras de la ciudad con
sus uniformes chillones llamativos
por el exceso de
hachís
que no les deja combinar bien los colores con la realidad
se hacen los duros y los expertos esperándolas en la cafeteria del comedor
que no les deja combinar bien los colores con la realidad
se hacen los duros y los expertos esperándolas en la cafeteria del comedor
y
te roza con
los dedos sonriendo con picardía cuando
se cruza contigo,
y te pide un masaje en
sus pequeños hombros
de estructura de
huesos y piel de ritmo brillante,
quiere sentir tus
viciosas manos
y quiere saber lo que
puedes hacer con ellas,
y estalla en tus oídos como los torrentes de agua clara,
y entonces te
enamoras
y compras joyas falsas
brillantes totalmente fuera de tu alcance
y se las pones
extasiado,
pero ella ya ni te dirige la palabra
piensa que eres un
coñazo
y quiere que la
olvides y que te vayas a babosear a otro lado,
yo entro en mi jardin,
que he estado toda la vida cuidándo,
y le digo espera aqui
en la puerta,
tengo prisa dice ella
mientras me pongo mis botas de acero,
y empiezo a patearlo entero
y me vuelvo loco
salto y reboto encima
de
los tulipanes
los despedazo
y a martillazos con las estatuas del
pasado
y con la fuente de la
vida
y todo acaba destrozado,
no dejo ni siquiera el seto que me rodea
y que me protege de
las miradas de la personas que pasan por la
acera,
acera,
y entonces huele a
flores recien arrancadas
y todo es un manto de
destrucción
y a ella le encanta
y se le va la prisa
y me abraza
y rodamos por el
suelo
y dice fóllame aquí mismo,
y dice fóllame aquí mismo,
esto es lo que
quiero, lo quiero todo de ti,
mientras mira
el reloj
bostezando por
segunda vez
tremendamente
aburrida,
y en los adosados de
los descampados
quiere que te levantes a las 6 de
la mañana y que no vuelvas hasta
las 8 de la tarde
despúes de haber robado a la mismísima
pobreza lo poco que le queda desde un edifcio gigante en
pobreza lo poco que le queda desde un edifcio gigante en
el barrio financiero
acristalado,
y que además vayas al
gimnasio y que
sepas tocar la
guitarra para que ella cante sus canciones favoritas por encima
tuyo como si fuera un
gato atropellado