Compro una botella de whisky doce años carrefur, y compro
productos industriales
en la sección gourmet,
al llegar a la cola se me adelanta una mujer con las medias negras,
deja las cosas en la cinta y se va a por algo que se le ha
olvidado, esta delgada para tener
tantos años, tiene el pelo liso y perfectamente teñido, lleva
un traje negro de chaqueta y
falda corta, una de
sus botellas de agua se vuelca y empieza a moverse en dirección contraria
al movimiento de la cinta
transportadora, igual que los engranajes de los relojes mueven otros engranajes en dirección contraría creando movimiento, o igual que los pensamientos y
las convicciones de las personas van en una dirección pero mueven otros pensamientos y convicciones igual de potentes o más en la dirección opuesta creando vida y contradicción al mismo tiempo, hay un tio gordo desaliñado pajillero delante de nosotros comiendo una gominola con la boca abierta mientras mete en la bolsa su compra, la cajera es preciosa, debe ser colombiana, es super seria y tiene nombre
de blues y culo de regetonera, al dejar la compra en casa desde las ventanas de enfrente las parejas
jovenes aprovechan para hacer limpieza el sábado por la mañana, yo aprovecho los sabados por la mañana para escribir un poco igual que ellos aprovechan para hacer limpieza
y de paso ver si son compatibles y sin querer avanzar sin vuelta atrás en la lucha por el poder interno, las mandarinas que he comprado están buenas y parece que curan las resacas suaves estas de las viernes hasta las 2 de la mañana en casa de gente aburrida, ayer volvi a romper una copa, últimamente
se me caen muchas copas y vasos al suelo, algunas veces me doy cuenta que las toco
en el brazo sin querer y cuando están a punto de caerse balanceándose sobre su equilibrio consigo
salvarlas no se bien como, y entonces la cojo con la mano y doy un trago y procuro no soltarla en toda la noche, pero al final cuando me estoy
despidiendo y me he olvidado la acabo tirando, entonces queda un circulo de personas mirando
los cristales tintados de vino por el suelo,
creo que se me caen porque cada dia tengo los
brazos más largos, van creciendo
despacio de una forma imperceptible, a la misma velocidad
que se van separando los
continentes o la luna se va alejando del tierra, y como el físico y lo psicológico van unidos
lo mismo me pasa con los pensamientos, cada dia son mas largos, llegan mas
lejos, más hacia detro, y la realidad se me acaba rompiendo en miles de imagenes partidas
por la mitad tiradas por el
vacio como si fuera un jarrón que estaba decorado con imágenes
cotidianas que ya no consigo
unir las unas con las otras.