EL ÚLTIMO SEGUNDO

Me despertó el primer aviso de la resaca

que es algo así como la canción que canta un psicópata antes de matarte

mientras está afilando su navaja,

era una musiquilla sarcástica y ácida mezclada con un tono infantil

que decía; 

ya estoy aquiiiiii pequeño fiestero preparate que llega un largo diiiiia,

y pensé en toda esa gente que confía en mi

pero que hoy no van a poder contar conmigo para nada

y luego pensé en la muerte

pero no en como será mi muerte

o en como encararé la muerte de los míos

o en que habrá después

en si habrá otra vida o simplemente la nada

un paraiso o el vallhalla, 

yo solo pensé en ese instante de justo antes de morir, en como será

sentirla llegar, ese último segundo,

y recuerdo que no era precisamente igual que echarse a dormir,

que era todo lo contrario

que no habia paz 

ni pasará la vida 

ni siquiera pasará un solo recuerdo

no había nadie esperando detrás de ninguna luz

no habí nada

solo sentí que había algo que cerraba las puertas 

y solo quedaba oscuridad

solo quedaba un terrible mundo lleno de angustia y de dolor

y que ni las drogas que dan antes de morir te conseguirán salvar de 

enfrentarte cara a cara con ese segundo cuando pase,

y tuve que abandonar asustado ese pensamiento por miedo

pero enseguida volvió la canción del psicópata con un giro inesperado

en su letra;

recuerda todo lo que dijiste ayer por la noooooche pequeño bocaaaaaazas,

y entonces traté de volver al segundo antes de la muerte para refugiarme 

entre su brazos,

un segundo más puro

más filosófico

y lleno de liberación y de belleza,

pero por desgracia ya no estaba ahí