BIENVENIDO FERNANDO

He dado este paso de estar aquí con vosotros
porque necesito ayuda
Hola
me llamo Fernando y estoy engachado....
no se exactamente como empezar con esto,
siempre he tenido eso que llaman una personalidad adictiva,
cuando de pequeño me gustaba algo lo cogia y no lo dejaba
porque nunca tenia suficiente
y daba igual que fuera una bolsa de pipas
o el amor o el hachis o las drogas duras,
simpre me acababa enganchando a todo
y hasta que no terminaba con dolor de estómago o acabado y
tirado en el suelo
no podia parar y siempre queria más,
no se cuando empecé, la verdad,
empecé quiza como todos los que estais aquí
poco a poco
con algún libro por curiosidad;
algo que te ofrece algún señor de esos que se te acercan
para los que nos previenen pero que
nunca ves venir
o algún amigo que te lo pasa entre los libros que si sirven para algo
y si son necesarios
como los de historia, los de religion y los de literatura obligatoria,
y sin querer te encuentras ahí sumergido
en una historia que no sirve para nada
como hipnotizado,
en mi caso recuerdo un par de ellos,
recuerdo la primera vez
o las primeras
porque hoy es todo muy confuso,
recuerdo el guardian entre el centeno,
ahí solo en mi habitación con Holden Caulfield escapando
de algo que no se entiende,
recuerdo la metaforosis con Gregor Samsa
convertido sin sentido en una cucaracha y encerrado
sin que su propia familia le dejara salir.,
¡¡por dios
era tan joven
y estaba tan perdido!!,
una persona tan joven leyendo sobre esa gente
tan atormentada, que gran error,
recuerdo doctor Jekill y mister Hayde,
recuerdo los cuentos de Edgar Allan Poe
y los de Isaac Asimov
y ahora me entran escalofrios pensando en toda esos niños
que hay ahora mismo ahí afuera
indefensos ante estos libros,
cualquiera de ellos puede estar ahora leyendo
un mundo feliz o 1984 o rebelión en la granja
alejándose poco a poco de la sociedad
o sientiéndose dentro de ella como si fuera una cárcel
o fuera una enorme trampa llena de gente peligrosa
que solo quieren controlares y tener el poder sobre ellos,
menos Mal que aquello duro poco
y la realidad vino para salvarme
y apareció la verdadera soeciedad con sus colores
el campo
la mujeres
los amigos
el dinero
las drogas
los deportes,
no se,
la vida
y la realidad,
entonces me olvidé durante años de los libros,
sin duda lo mejores años de mi vida,
y nunca creí que acabaria como uno de esos
que van por ahí mirando hacia dentro
y que pasan horas sin hacer nada perdiendo el tiempo, no se ,
yo lo hice inocentemente
y nunca vi el peligro
y creía que lo podía controlar sin problemas
pero cuando pasas por un bache
dios mio, ¡¡¡es tan fácil conseguirlos!!!,
vas caminando y de pronto
en un escaparate ahí estan los clásicos
al alcance de todos
ahí estan tentándote cuando tu identidad se tambalea
y pasas por un mal momento
y te acechan preguntas sin sentido,
entonces alguien pone delante tuyo a los griegos
y te hablan de motivaciones, del tiempo,
de lo que es importante dentro tuyo y de como funcionamos
como si no fueramos perfectos y necesitaramos un manual de usuario,
como si no fueramos héroes y los dioses fueran algo que vive dentro
de nosotros.....
.....¡¡como si nos conocieran mejor que nosotros mismos!!
Y están todos los filósofos esos y
la gente habla sin parar de esos locos enfermos que lo niegan todo
y que odian al hombre, y que dicen que nos hemos equivocado,
y que está todo al reves, y que tenemos mentiras incrustradas en nuestra
piel, y que odian la paz,
pero si hasta dicen que son misóginos,
pero no son otra cosa que frustrados fundadores de
religiones, eso son, incendiarios de la paz.
Y cuando de pronto esa primera llámada genética,
ese reducto de nuestro pasado animal
se hace insoportable y crees que
no lo vas a poder aguantar y que es una sensación eterna,
cuando esos dias se hacen intensos y te haces preguntas
y hasta piensas en acabar con todo, entonces apareció esa cosa,
el romanticismo Alemán,
entonces apareció ese libro, el Werther,
que si por suerte o por tu desgracia no encuentras otro mejor.....
bueno, ya sabeis, ese libro ha acabado con la vida de mucha gente
a lo largo de toda la historia, y ahí sigue en las estanterias
al alcance de todos.
Cuando te olvidas del siglo
y te pierdes en el camino de convertirte en alguien fuerte e inexpugnable
siempre aparece alguna mano tentadora
con filosofos Franceses
o con poesia,
o con esos horribles existencialistas
para entrar tu vida y quedarse en tu comportamiento
y en tu estantaria,
pero nuevamente la vida siempre aparece para salvarte
el futbol
el trabajo
la familia
los dias de lluvia
las vacaciones
y la fantastica televisión
con la edad de oro de las series y los reality shows,
pero entonces,
me cuesta decir esto, llegué a lo más bajo,
hace unos años empecé a hacerlo y caí hasta el fondo,
creía que lo tenia controlado
y escribía un cuento por entretenerme;
un detective de cine negro,
un poco de ciencia ficción,
una reflexion,
un poema de esos del estilo de Bukowski,
el realismo que parece tan inocente,
cosas que pasan en el dia a dia,
¿por que no?
lo que te pasa por la cabeza pensaba,
un poco de tu filosofia,
tratar de hacer algo sencillo,
no se,
y entonces sin darme cuenta
apareció esa, esa no se como llamarla.....,
y ya no la puedo parar,
apareció la lírica,
ya la habia visto y la habia probado
pero eso no iba conmigo,
no entiendo como a alguien se puede enganchar a eso,
cuando me la ofrecían me ponía serio y les decía que eso no iba conmigo,
entonces tras una mala racha encontré el Hiperion de Holderlin
y caí en el error más grande de mi vida,
dios mio, el hombre es un dios cuando sueña y un mendigo
cuando reflexiona decia, y ya no podía ver nada sin una extraña belleza
y sin una extraña melancolia y una musiquilla sonando detrás,
Hace tiempo que he tocado fondo,hola
me llamo Fernando y llevo 10 días sin lírica
y los días pasan y cada día me siento mas fuerte
gracias a vuestra ayuda....
al grupo de gatos en un descampado
cuando vuelvo de noche borracho,
a los amigos imbéciles tratando de salir a flote,
a las chimeneas en los tejados,
al ruido de fondo de la ciudad,
al ajetreo de una redacción,
al sonido del eco de los zapatos
en un concesionario de segunda mano
con los techos altos
y a la campana de la puerta de una panaderia
sonando
cuando entras con prisa,
a la vida