Esta noche de invierno
tan fría
perdiendo el tiempo en la cuesta de enero
me has recordado a esas mañanas de verano
cuando me mandaban a comprar el pan
y me avisaban que no me lo comiera por el camino
pero lo decían sonriendo
para que entendiera que no pasaba nada
que todos contaban con que el pan llegaria mordido
y que era un divertido juego prohibírmelo
y noto tu cuerpo
caliente
horneado
del color del pan recien hecho
tu pelo de corteza lisa
y tu piel de miga blanca
como en esos veranos hace tanto
con el cielo azul
camino a casa
con la bicicleta
sin nada que hacer
en todo el día
salvo divertirme
bañarme
jugar
y llevar a casa el pan
lo menos mordido posible
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