La ley de la conservación de la energia

La playa en invierno está llena de soledad
y el futuro
las ventanas
las mujeres despistadas
la noche tan oscura
las parejas calladas
el partido sonando en la espalda
los viejos hablando de puskas y di stefano
el teléfono encima de la mesa
despierto
soñando
la camarera quitando una copa
y poniéndo otra
con un solo gesto
mi forma de pensar
mis ojos
despertarse de golpe
esta mañana
o esta tarde
la luz entrando difuminada
por debajo de la puerta
quedarse
despierto
tumbado
escuchando ruidos
el eco en la habitacion
como un acantalido
un abismo
una radio
un llanto
una moto
entre medias
una hora
o dos
un cigarro
o dos
el viento silbando por la ventana
con potencia
ponerse a escribir
sin encender nada
ni la television
ni otro cigarro
ni mirar la hora
nadie
me
espera
ahi
fuera
las mañanas
el mar
los domingos
las palmeras azotadas por el aire
los horizontes
las teclas sonando
no se escucha nada
es el fin del mundo
y este silencio
una de las puertas
al infierno
el desierto
el dinero
dejarse atrapar por el tiempo
la soledad
ni se crea
ni se destruye
mueve mis dedos
como molinos de viento
a toda velocidad
sin semáforos
sin que nadie
los pueda parar
llenos de energia
transformada en movimiento
hasta que aparece la noche
sin avisar
sin comer
silenciosa
siniestra
tinta de calamar
los murciélagos descontrolados
sin ritmo
ni melodia
acelerados
descordinados
rozando las límites
las cabezas
sin llegar a chocar
como las palabras
sin comas
ni puntos
bailan toda la noche
y
se
acaba
el
partido
la jornada
la liga
el deporte
la vida
cierran la terraza
y me voy dando tumbos
a otro lado
es un milagro llegar a casa
por las noches
como llego
hijo de puta
lo unico que haces hasta el final
es beber
me despertará la soledad
difuminada
por debajo de la puerta
y debería estar prohibido
decir la palabra resaca
los domingos por la mañana