Alma de cantaro

Cuatro esquinitas tiene mi alma;
la de un cántaro rodado que solo busca satisfaction,
el alma de un héroe de jollywood aplastado por el don quijote seco castellano,
la de un domador violento de la bestia del miedo,
y el alma solitaria de un corredor de fondo,
cuatro puntos cardinales en mitad de la nada,
un motor a cuatro tiempos cruzando el Paris Dakar,
las cuatro estaciones sometidas a un verano eterno
y los cuatro jinetes del apocalipsis
desbocados detrás de los bajorrelieves de unas medias negras
con tacones
que caminan por los pasillos de una oficina llena de espejos,
Eros con el corazón de un mono pajillero,
un agricultor recolectando los frutos de la ciudad;
frases manipuladas de invernadero,
ideas nacidas de los esquejes color gris asfalto
que cuelgan del caos de los miles de antenas y tejados
y de las personas coordinadas solamente por las luces rojas y verdes
de algún semáforo mal colocado,
un hijo del capitalismo al que no le interesa el olor a rosas
ni el de los pinos ni el de la montaña
que solo le interesa el olor a audi nuevo
con asientos de cuero
y 700 caballos,
que no sueña con mujeres de mirada enamoradora
conquistando tierras con su alma tan profunda
como un pozo sin fondo,
como un pase entre lineas de Michael Laudrup
o como una conversación sobre cualquier tema con cualquier niño,
solo sueño con mujeres frivolas explosivas de goma 2
a punto de hacer estallar las cremalleras de su vestido
y de su escote y del mundo,
y llego tarde cada noche
por todas las copas que tengo que tomar,
una por cada uno que no está,
una por cada muerto,
una por todos los que me han abandonado
y una por todos a los que quiero olvidar,
por eso llego siempre tan tarde
y por eso acabo cada noche vomitando,
es que todavía no lo tengo controlado
y son demasiados por los que tengo que brindar.
He nacido en mitad de una primavera
en la ladera de una montaña
y detrás de tres hermanos;
aprendí el lenguaje de las hostias
y el lenguaje de los dioses
antes que el lenguaje humano
pero no fui ni al conservatorio ni al gimnasio,
ante todo soy un tio callado porque cuando hablo quiero que me hagan caso,
mi sangre solamente es compatible con los que son como yo
no puedo recibir transfusiones
ni donar mi sangre a cualquiera
y puedo afirmar que en esta vida no existen las casualidades,
también creo que alguna vez tuve a la victoria de mi lado
pero no era mia
me la susurró un dios al que servía y que ya no esta conmigo
que se fué para siempre porque lo utilicé
y los dioses perdonan pero no los engañas dos veces
por eso son dioses y no personas
era un dios incendiario que quemaba las mariposas del estomago
y se estrellaban contra las paredes del pecho
como kamikazes japoneses
pero por huir de la ansiedad y del miedo
por buscar atajos hacia el cielo
llegué a despreciarlo
y ahora no es mas que una manía
unos horarios
una absurda tradición
o un pensamiento artificial que me dicta que hay que renunciar al caos
y al que hago caso solamente por inercia,
y si me preguntan cual es el secreto del universo
digo que el tiempo
o la ley de la gravedad
o timidamente
y sin saber bien a que me refiero
tratar de ordenar el caos con todas las fuerzas que tengo,
pero en realidad no se bien lo que hago ni lo que digo
y en lo único que de verdad creo es en el amor mezclado con sexo