2001

Hay una rata blanca con los ojos colorados
a la que han modificado un gen para hacerla más inteligente en
el laberinto de pruebas de una de las salas del laboratorio,
por supuesto al final la rata ha encontrado la salida del laberinto que
no estaba precisamente en un sitio fácil, estaba en una trampilla
que tenía que empujar con su cabeza y que las otras ratas no modificadas
geneticamente no consiguen encontrar
y se pisany se muerden entre ellas nerviosas y estresadas,
y las pocas que lo consiguen
es porque chocan y se encuentran con la trampilla por casualidad,
y cuando se las vuelve a meter en el mismo laberinto han olvidado donde
estaba la salida,
así
una
y otra
vez,
pero esta rata a la que habían manipulado el gen para hacerla más inteligente
recuerda el método de escape y va directa hacia la trampilla,
incluso en otros laberintos sabe lo que tiene que hacer,
y si para escapar tiene que pulsar un botón
o saltar un obstáculo o incluso bucear bajo el agua
también acaba encontrando la salida.
Sin dejar de mirar a la rata con orgullo de madre la investigadora comenta
que esta rata no se estresa facilmente y que
tampoco le tiene tanto miedo a la luz como las otras ratas,
ni a los gatos y a su olor
aunque las ratas están predispuestas para tenérselo por naturaleza y
tampoco tiene tanta ansiedad por los recuerdos traumáticos
como las descargas electrícas o los castigos, y todo esto con solo modificar
ese gen para hacerla mas inteligente, como si no bloquearse por el miedo,
por el pasado,
por lo desconocido o
por los condicionamientos traumáticos
viniera en el mismo pack del gen de la inteligencia,
yo le digo a la doctora que es increible y que es hasta bonita,
es lo único que se me ocurre,
y la doctora con su tono y su sonrisa y su ambiente limpio dice si, pero que
quizá sea una rata que tome más riesgos que las otras
y eso pueda ser perjudicial para ella y por lo tanto para la especie.....
.......pero sin decir nada, en silencio, observando a la rata que parece concentrada
en algo y nos tiene hipnotizados
todos sabemos que se le ha acabado el tiempo
al hombre tal y como lo conocemos.
Han sido muchos años
desde que el hombre se puso de pie
un amanecer
por primera vez
sonando los primeros compases de así habló Zaratustra de Richard Strauss,
y por primera vez cogío un hueso del suelo
y lo utilizó como un arma para cazar animales,
y luego lo utilizó para romperles la cabeza a otros hombres de su especie
y quitarles el mejor territorio cerca del charco donde se acumulaba agua,
y somos los hijos de esos hombres peludos que se quedaron con el mejor
sitio cerca del charco de agua y que luego lanzaron el hueso al cielo en
un fundido de
imagen de 3 millones de años,
hasta ahora,
en que ese hueso es una estación espacial que baila al ritmo de un vals en medio
de la oscuridad del universo y de la moral,
y también somos los padres de esos hombres que encontrarán todas las salidas del
laberinto aunque estén escondidas detrás de un átomo o sean invisibles o estén a
millones de años luz de distancia,
no se a que espera la ciencia para dar el siguiente paso