07-10-18

Escribir para
hacer un calendario
paralelo al del tiempo que pasa por el calendario solar
a una velocidad diferente de 1 a 7
como pasa el tiempo de los perros
el de los héroes valientes
y del de todos los animales que solo piensan en el presente
escribir hasta llegar a entender el lenguaje de tu alma
aprender sus códigos únicos ancestrales
anterior a las palabras
anterior a los gestos
y anterior a ponerse de pie
y traducirlos para el resto del mundo con rimas y con versos
escribir para ponerle letra a la musica que llevas dentro
aunque sea como intentar domar a un pajaro
a una bestia salvaje
o a un ser mitológico que has encontrado
en el eco de tus pensamientos
escribir sobre la muerte
sobre la soledad
y atacarte tanto a ti mismo que ya nada pueda hacerte mas daño
que tus propios sentimientos
escribir rimas como si fueran flechas que se les claven en el corazón
a tus enemigos para tenerlos a todos a tus pies
agonizando
y entonces verás que ni siquiera tus peores enemigos pasan la prueba
y verás que no son tan importantes
y que no tienen ni siquiera una linea medianamente interesante para dedicarles
escribir para denunciar los colores chillones de los salones
de las casas pequeñas
donde viven princesas
que parece que vienen de un mundo diferente
hasta que ves las paredes de color verde pistacho
y por fin consigues comprender ese brillo fluorescente de sus pupilas
cuando se encuentran entre los techos altos y blancos de la sociedad
escribir para no dejar que las cosas invisibles
se vayan por el desague del tiempo
y construir sobre ellas
ermitas
templos
simbolos
y garitos flamencos
y recordarlos para siempre como sitios sagrados
sin tener que relacionarlos luego con alguna simple fecha de alguna foto
o de alguna entrada
de algún fin de semana
de octubre del 2018
y si ese año fué en la que ganó tu equipo
o si tus padres ya habían muerto o aún seguían vivos.


Escribir sobre esa medusa que flota
por la sala de cine
y se pone delante de los textos subtitulados
haciéndote perder el hilo de la pelicula
mientras posa sus tentáculos en la butaca de al lado
y algunos quedan por encima de tu brazo,
la misma medusa dorada que al dia siguiente planea
y que puedes ver libre
por el cielo de las atracciones de colchonetas de los centros
comerciales neogóticos que se alzan en las periferias de las ciudades
donde van los flipados del parcur
y las familias de ciudad con los niños a hacerlos
saltar como monos y a carcajearse durante una hora entera
para desfogarlos de la tensión del hombre desnaturalizado,
mientras ella habla y termina su té de hierbas
estira el pelo y juguetea con él
con el oficio de quien afina un instruento musical,
y da unas ultimas caladas aunque ya viene lo suficiente fumada
de casa,
y entra en la sala y se descalza echándose el pelo hacia atrás
que en ese momento estaba descolocado,
ella se duerme en las películas europeas de la filmoteca,
en todas,
con 5 minutos la basta para saber que nada puede distraerla de sus ideas y
de sus pensamientos
que son solamente objetivos claros y cercanos
y que la única obra de arte es la vida
y dormir y ella misma
y se queda dormida poniendo su cabeza encima del reposabrazos,
sin embargo salta en las colchonetas durante una hora entera
sin cansarse como si fuera una niña incansable,
y sin calentar y todavía con el humo en
los pulmones
da un salto mortal hacia atrás al segundo bote
mientras suena música de negratas del Bronx a todo trapo en la megafonia,
y cuando salta para coger impulso
el pelo se mueve de arriba a abajo como si su cabeza fuera
una medusa hecha de oro flotando por el cielo del gimnasio,
y si no fuera por el sujetador deportivo sus tetas seguirían el mismo balanceo
contrario y antagónico al del cuerpo sigiuiendo las leyes de la inercia
pero están firmes atrapadas dentro de su camiseta
como a punto de explotar