vías de escape

No quiero poner el limpiaparabrisas del coche,
así la ciudad con las luces del tráfico, el frío
y las gotas de lluvia en el cristal
parece un cuadro impresionista
mientras el semáforo se pone en verde
y las personas cruzan por el paso de cebra
como si fueran inmortales obras de arte andantes,
tampoco quiero saber como son por dentro
ni que sepan como soy yo
por eso cuando hablo con ellos
también dejo empañadas las gafas de sol,
y cuando camino no levanto mucho la cabeza
solo miro mis pies avanzando
esquivando los charcos en la acera
y dando patadas en el suelo
a las miles de hojas que han caido
de los árboles del invierno,
no voy a reuniones
ni a bares, ni a terrazas
prefiero sentarme en un banco del parque
con la mirada perdida en el brillo de una lata de cerveza
y no escucho el silencio
ni el pensamiento
ni los ruidos de los coches
ni el tiempo
solo escucho a las coristas de leonard cohen en el telefono
y subo el volumen
hasta que llego al paraiso judio ahí tirado,
por la noche solo escucho los deportes en la radio
hasta que me quedo dormido
no sueño con tesoros
solo tengo terribles pesadillas
que me despiertan sobresaltado en este mundo
en el que ya nada me puede dar mas miedo
ni hacer mas daño que ellas,
no creo en las verdades este siglo
pero las doy la razón como a los locos que las siguen
y a los locos que las han inventado
y como ellos me la dan a mi
cuando digo que todos seamos hermanos
y que no escuchemos las noticias del telediario
y que solo leamos a poetas del pasado,
me oculto en el hachis pensando estas tonterías
esperando a que llegue la noche
observando como van cambiando poco a poco
los colores de la tarde;
el rosa de las nubes pasajeras y el color de los edifcios
que a esa hora parecen gigantes vivos de carne y hueso
y piel de ladrillo
protestando por ser tan feos y tener tan poco estilo,
y cómo mi ordenador, los papeles de la mesa, y mis manos
se empiezan a reflejar en la ventana
cuando por fin anochece
y puedo ver ahí mi cara como la de un fantasma en el cristal,
me escondo del pasado y del futuro
de la realidad solo me atrevo con tus ojos
profundos y oscuros
ellos son
la única escapatoria de este mundo
y la mejor escapatoria de este poema
rápido
y sin reglas