El ángel caido

Me gustaría ser cualquiera,
todos viven sin el miedo que a mi me atenaza,
me gustaria ser estatua en mitad de la plaza,
me gustaria ser la del ángel caido
viendo pasar la gente,
representar el mal
en bronce
y estar ahí
tan tranquilo,
me gustaria ser turista y caminar como si todo fuera nuevo
sin miedo a encontrarme con alguien conocido,
ser árbol y dar cobijo al chaval que salta con el skate
sin miedo a romperse los tobillos,
o ese que se acerca a una chica
sin conocerla
y se queda hablando
acelerado
domando al miedo
tratando de sacarle una sonrisa,
ser el helado que se come la pelirroja sin miedo a morir entre sus labios
y derritiéndose en su boca,
ser el pintor dominicano
pintando las montañas
sin miedo a que no salga nada,
ser el que toca la gaita
para de una puta vez
dejar de tocarla
¡¡ah¡¡ pero está tocando la novena sinfonia
la verdad es que no está tan mal,
suena a lo lejos
y aquí sentado en la plaza del ángel caido
todo se mueve a su compás
pero en diferentes sentidos;
pasan dos policias a caballo, uno blanco y otro negro,
una chica habla por el movil,
una paloma se posa sobre la estatua y elige el punto mas alto,
los patinadores juegan con el frisbi,
un chico descansa con su bici en el banco,
el viento pasa
claramente
arrastrando unas hojas,
sigue sonando la gaita pero ya me he acostumbrado,
el mundo baila al son de la novena sinfonia
¿por que todo el mundo parece libre
como las notas por el aire?
¿por que todo el mundo
participa en ese fantástico baile?
Todos
menos
yo