dándole vueltas con la cuchara tratando de darle la
forma que yo quería que tuviese,
pero esas verduras solo tenian forma de esfuerzo, de horarios
y
de reglas,
tenian forma de un duelo de honor, como si ese plato fuera un
símbolo
de la normas de la vida, una especie de bautismo,
pero
yo
me quedaba solo en una de las mesas rectangulares del comedor,
todas ya vacias, con las camareras recogiendo las últimas bandejas
metalicas
exagerando el ruido para que me lo comiera y me fuera de una
vez,
como si eso solo fuera un plato de verduras,
aquella situación era demasiado bonita, un duelo bajo las
luces
fluorescentes del comedor con la banda sonora del ruido de las
bandejas y
los consejos y el tiempo del recreo acabándose sonando de fondo,
todos se habian ido a jugar,
los que se lo comian encantados, los que se lo tomaban a
risa,
y los que lloraban pero al final se lo comian,
pero yo me quedaba ahí castigado hasta que me lo comiera,
con el plato cada vez mas frio y
la profesora cada vez con mas mala leche,
sigo resistiendo todavia al duelo con la vida, me ha dicho con
ese
honor absurdo y chulesco de quien se cree superior pero tiene miedo
que elija hora, lugar y armas, para ver si me hecho atrás,
yo la he dicho que todos los días, que papel en blanco, y que
rimas, ahi puedo seguir haciendo esas mismas canciones y
resistir
como resiste la música de los tiovivos que aún quedan en las
plazas de
algunos parques,
con esas figuras avanzando en círculo y de
arriba abajo;
naves espaciales que disparan hacia la nada rayos lasers de
esos de las canciones techo,
con leones, cisnes y pequeñas
jirafas alternativas de malasaña de piel blanca y
flequillo recortado,
que se saben de memoria las letras de la himnos
indie que gritan dando saltos en los conciertos
y en los festivales de verano,
resisto como resiste
la habitación de la vecina escuchando música con los
cascos y con la luz del flexo encendida entre el silencio y
la osucridad de la noche y entre las casas naranjas
todas iguales de mi barrio, resisto contra las simetrias de
las
ideas formando cuadrados
cuando se cruzan unas con otras y dejan de llamarse
como se llaman
y cambian su nombre,
los griegos se
equivocaban, el olimpo no tiene forma de religión,
resito como resiten
las melodias de los anuncios de clases
particulares de piano
pegadas a los semáforos en las aceras mas ruidosas
y dejando
los finales de
las canciones abiertas para que
después venga otra y nunca mueran, como hacen las ideas y las reglas
para seguir sobreviendo por ecnima de nuestras cabezas
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