jueves, 6 de abril de 2017

Un viernes cualquiera


Es un viernes cualquiera
aunque podría ser miércoles o un día nuevo de la semana que se han inventado
para hacerla mas larga
o mas extraña
con las bocas de metro hirviendo por
las chicas esperando a la que siempre llega tarde,
y con los que esperan fumando un cigarro en la puerta de la empresa
y los chavales que vuelven del colegio con el cinturón de judo blanco-amarillo
y los que se parecen a un famoso
pero luego resulta que es el encargado del super de al lado
que vestido de calle no le reconoces
pero te suena
a actor
o a político
y te sorprendes cuando te saluda
porque no piensas que te va a saludar el ministro del interior
o el comisario de esa serie tan mala.
Con un guante desparejado tirado en el carril bici que
nadie quiere recoger desde hace 4 días y los que le quedan,
será antes materia oscura que volver a tener pareja.
Y la A inmensa del anticiclón en las noticias del tiempo
y la A mayúscula que forman las piernas de la presentadora,
y te importa una mierda que llueva mañana
o haga sol
o lo que quieran decir las curvas concéntricas que rodean la A o la B
que señala con su elegante brazo, solo piensas en quien la espera ahí fuera
y porqué no eres tu.
Con los taxistas cruzándose todos los carriles en su guerra particular contra la civilización,
y algunos coches suertudos que les ha tocado una matrícula capicúa, y hay muchísimos,
y una paloma al rebufo de un autobús que atraviesa la calle a toda velocidad
y se eleva por encima cuando está apunto de chocar con la parte de atrás
al frenar en el semáforo, y una chica sentada junto a la ventana
con el alma de cristal
que mira al frente aunque esté preocupada o se sienta observada
sin mover un músculo
ni torcer la boca
y construyendo unos angulos fuertes en la cara llenos de personalidad
como los de una estatua helenica,
hasta que el semaforo se pone en verde
y el autobús se la lleva para siempre, se las lleva siempre..
Cuando llego a casa entro silencioso
y no pongo la tele
ni nada
y puedo escuchar a los vecinos
follando a lo bestia, tienen ventipocos y
él utiliza aparatos eléctricos y ella gime cuando llegan
a la maxima velocidad,
a veces bajo la persiana
estratégicamente
para no ver nada de cielo
y solo pueda ver bloques de edificios
y las perspectivas de las calles
con los balcones haciéndose cada vez mas pequeños
según miro a lo lejos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

TRIATLON

  BAILAR   BIENVENIDA 3 Anoche debí soñar algo magnífico que desatascó el pensamiento algo como una fórmula matemática que resuelve ...