jueves, 10 de agosto de 2017

LA CANCIÓN DEL MUNDO



Aceleré el paso hacia el bar porque me estaba tragando la conversación 
de una parejita que caminaban a mi lado
planeando una escapada de verano,
el decía que por ese precio mejor se iban de crucero
subrayando crucero como si ir de crucero fuera algo inmejorable,
aceleré y seguí feliz con mi deprimente diálogo interior
pero tuve que parar en la calle siguiente
porque el semáforo estaba en rojo y ellos llegaron enseguida
otra vez
con la misma historia;
de Barcelona a marsella luego roma de roma a cerdeña
todo el sur de italia si pero luego no da tiempo a ver nada y
estas todo el dia agobiado dependiendo de horarios
mejor un solo sitio para conocerlo bien ¿no? ya pero hay tiendas dentro y
el precio es el mismo
decia él insistente como un estribillo de regueton,
así que crucé el semáforo sin esperar a que se pusiera en verde
para escapar a la respuesta de ella
y luego de la insistencia de él de nuevo,
tengo demasiado oido y enseguida se me quedan los ritmos
y no puedo soltarlos hasta que me sorpendo repitiendo lo mismo
en cualquier otro lado,

me gustan las canciones sin letras
porque la canción sigue su rumbo
y no hace falta ponerle palabras para que tenga un mensaje,
si esos dos se dijeran oye, un título, ¿donde vamos de vacaciones?
y luego se van a dar un paseo tranquilamente
improvisando como hacen los grupos de jazz
seguro que llegarían a un acuerdo escuchando a lo lejos ese ruido de la autopista
que parece
como una sirena de un barco saliendo de puerto
o se fijarian en ese anuncio de la parada del autobus donde pone istambulum en grande
o en aquel par de sordos gesticulando que esperan sentados
y se preguntarían como sería la vida sin escuchar nada de nada,
y al mismo tiempo y coordinados, como en el coro de una opera
se les ocurriría ir a una casa en la montaña a sentir el silencio,
pero les gusta enredarse en las palabras por puro sistema de ganar
o sonar mas alto de quien tienen al lado,

me gustan esas partes de las canciones que parecen una conversación
entre dos instrumentos,
las de un piano y un chelo por ejemplo
en un dialogo natural
como el de la causa y consecuencia,
también las tienen las canciones de techno
y las de los niños cuando se aburren y hablan solos,
esas
sobretodo,
a mi se me desbordaba la imaginacion y no podía controlarla
es lo único que recuerdo de cuando era niño,
nunca pude hacerme con ella y siempre estuve bajo su reinado
destrozando la introducción, el nudo y desenlace de cada día,
y el guion
los estudios
el tiempo
y la realidad
se esfumaban de las cuatro paredes
hacia un cielo oscuro con nubes negras amenazantes
como el de los cuentos de las brujas,
y el patio interior en la ventana se convertía en un enorme ser vivo
que lloraba continuamente
a traves de enromes tuberías metálicas,
y lo miraba hipnotizado
hasta que abrían la puerta
y todo volvia otra vez a su color blanco perfecto de la vida
con el poster de michael jordan
y la cama desecha.

Poco a poco fui controlando la imaginacion
y ahora solo es un burro que llevo a todas partes y que dejo atado
en la puerta de los bares
y escucho las conversaciones de los parroquianos
sabiendo que me espera ahi fuera
con sus ojos de burro nostalgico
para dar un paseo y creerse un pura sangre ganando carreras mundiales,

siempre se me acerca el mas loco o el mas pesado
o es que cuando escuchas a la gente están todos locos o son pesados,
dice que le espian y que tiene su casa forrada de papel plata,
y todo el mundo le da la razón,
el camarero le pregunta si tiene algo que esconder
se lo piensa y contesta que la verdad es que no,
el camarero le dice que entonces no se preocupe de nada,
yo asiento y le doy la razón
y vuelve el perfecto silencio
de la maquina de dardos
las cervezas contra el posavasos
y las escaleras de color de los que juegan al poker,
yo prefiero el ajedrez y jugar a perder
que es una buena forma de observar a la gente
como si viajaras en tren mirando el paisaje por la ventanilla

me gustan las conversaciones con este que me toca hoy
estoy seguro que tampoco juega a ganar
contesta o pregunta siempre después de terminar su jugada
dejando que pase mucho tiempo
como si jugase una partida simultanea de palabras,
me cuenta que se va de vacaciones a la playa con su mujer
pero que a él le gustaría un crucero,
yo le digo que los cruceros hay que elegirlos bien
que luego no puedes escapar como te toque una pareja de pesados
y que los cruceros están llenos de ese tipo de gente que busca esa absurda camaraderia,
y se queda pensando su jugada
con tiempo
y en silencio
como tiene que ser,
y cuando consigue defenderse de ese alfil que le estaba molestando
le escribe un mensaje a su mujer

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