Little olimpo

No se como es tu dios
pero al mío le gusta mirar los pequeños detalles
como si no estuvieran tan lejos,
caminar con los dedos
por encima de las estelas que dejan los aviones en el cielo
y contemplar una fina y larga tela de araña
que brilla con la luz que entra por la ventana
y se mueve con el aire
con los papeles
con las cortinas
y con la ropa tendida;
todos descordinados como en una coreografía de cojos bailando
al ritmo de la mejor música del universo, el viento,
y le gusta observar a una abeja nerviosa
como si fuera un símbolo de la vida
que parece que va a entrar en la habitación pero no lo hace
porque huele a cerrado y aquí no entra nada que tenga alas,
solo hay hormigas con horarios y jerarquías
y pelusas que riman entre ellas
arrastrándose por el pasillo
los días que sopla el viento del pasado,
y le gusta sentir el anochecer avanzando
y arroparme con su desprecio,
su manta es silenciosa
tranquila
y da mas calor
que las palmadas en la espalda,
y adaptarse a la oscuridad como hacen los gatos
y poco a poco va dibujando las siluetas de la noche
y eso que daba tanto miedo
y que parecían monstruos y enemigos
los acaba convirtiendo en objetos muertos
y en la propia sombra que hacía mi cuerpo,
y eso que era indiferencia frialdad y desprecio
va alimentando mi propio ego
repitiendo las palabras y los pensamientos
con mucha más fuerza de la que en realidad tenían
como si la habitación tuviera el eco de una gran montaña nevada
en pleno invierno,
y le gusta convertir su silencio continuo en una canción
como una marcha fúnebre y melancólica
que busca estallar en una melodía
aunque siempre se detenga, con inteligencia y elegancia
justo antes de llegar al amor y de llegar a la alegría,
una sonata que busca continuamente la emoción
pero sin querer atraparla, y escucha la voz de una vecina atravesando las paredes
cantándole una nana a su hija y él aprovecha para dormirse con ella
cambiando como él quiere las palabras;
han muerto varias veces los sueños
y después de la lucha
después de estar hundido y salir adelante
después de verlo todo negro y de vencer al miedo
me he sentido como un dios, no se cual,
y no se cual es el tuyo,
pero el mio es así,
le gusta escalar montañas invisibles.